VI premio logroño de novela
El buen amigo Albert Boadella a preferido el palillazo a ir vestido de buceador... Grande!!!!
Retratando. Con Luis Del Val ganador del VI premio Logroño de novela.
FALLECE PACO HIDALGO
BRINDIS POR UN ARTISTA
La semana pasada, cuando ya estaba maquetado este periódico, Paco Hidalgo Mariscal que, fue colaborador de éste, nos dejaba tras una penosa enfermedad. Coqueto de edad, presumido y juncal. Este galán gaditano dejaba a la Rioja huérfana de arte y, es que Paquito era y así pasará a la historia de Las Artes Pláticas Rojanas como uno de los Grandes, en ésta mellada tierra de artistas (...), amplia en número pero difícil de cuajar. Hidalgo Mariscal, era además de un pintor al más puro estilo impresionista, un buen escritor, un magnífico poeta y un genio de la dicción y de la palabra, como así lo disfrutamos con sus actuaciones en el “Grupo Atempore”. Pintor de ejecución rápida, colorista y, de pincelada amplia y suelta (...). Torero de tarde, bohemio de día y a diario “Quijote”. Desde los 10 años se afincó en la localidad riojana de Navarrete. Trabajó no sólo en el arte sino también en otras especialidades, decorativas y de la construcción. Pero el arte corría tanto por sus venas que desde hace muchos años se dedicaba a él, incluso a la enseñanza. En su haber, infinidad de premios y exposiciones, obteniendo varios de los galardones artísticos riojanos: ”El Bieldo del Siete” y el “Mazacote de Oro”. Cocinero ocasional (siempre recordaré sus patatas con bacalao), buen amigo y como decimos en esta tierra, buena gente. Es justo desde este periódico, donde Paco escribió, rendirle un merecido homenaje en esta columna de Zangolotinos empedernidos. No es fácil tener y conservar amigos en este mundillo, pero les puedo asegurar que con Paco, desde nuestro primer encuentro, surgió el filing. Conocí a Paco con su inseparable Olga y, de ésto hace ya muchos años, en el jardín de la casa de otro bohemio, Julio Sabrás y de su esposa María Angeles en Villamediana. Nosotros ahí, teníamos un grupo humano-artistíco que nació en Alberite y Nalda de la mano de Emilio García Moreda, junto con su discípulo Antonio Ortega, “El Vargas” (bar del sindicato), el citado Julio, el escritor Roberto Iglesias y, el también pintor Alfredo Graña junto con este Zangolotino, entre otros. Este grupo, se movía entre diferentes tertulias, exposiciones, cenas y comidas, con salidas al campo para pintar ó, para pintar en alguna bodega con el Maestro Morenda, algunas veces sólos y otras con pareja. Con el tiempo, Paco se uniría al grupo y posteriormente su inseparable “Doctor Pizarro”, quién con su escudero y, nunca menjor dicho el artista y arquitecto Juanjo García Escudero le acompañaron a Paco en sus últimos años. Cualquier lugar era bueno para ver un cuadro de Hidalgo. La Cafetería “El Palio” era su particular Galería de Arte o la delicia de sus exposiciones en la Galería de Arte Aguado, dejando a su vez una saga de hijos dedicados al arte: Marta, Juan , Francisco y en especial la sensible Marina. Un artista que me descubrió y, me veía como un buen escultor sin explotar y, un amigo con el compartía gustoso alguna copa de “machaquito”. Desde aquí mi recuero y que descanse en paz. Porque en estos momentos tan malos, mientas los unos nos han arruinado y, los otros no nos dejan respirar y, mientas Frolian se convierta en el inventor-fabricante del “firgo-pie” y, su “Yayo se va de “Elefantes” como quien se va a tomar unos vinos a la senda de los mismos , sin sacar la cartera, que es precisamente ésta la que agoniza, mirando nuestras enfermedades y, sin querer acercarnos a la farmacia por el futuro “coopago”, mientas la ciudadanía está “cabreada y culpabilizada”, trabajando toda la vida como burros, total para ¿qué? Saco de mi cartera los pocos euros que me quedan para tomarme unos vinos y brindar por tí. Seguro qué, ésto es lo que tú hubieras querido.
Elías del Río